Pablo miraba con cierta pena a aquel hombre que a todas luces lidiaba contra su propia voluntad, parecía de un momento a otro sucumbiría ante el simple trago que reposaba frente a el; para muchos el contenido solo era Whisky, para el que lo servía cientos de veces durante las noches y que había visto vidas destrozadas a consecuencia del descontrol, era la muerte rebosando en un vaso, sonriendo con cinismo.
Al fin respiro aliviado cuando tuvo que retirar el trago, a petición del mismo que le habia pedido minutos antes que lo sirviera.
A lo largo de los años Pablo en su trabajo como bartender en el hotel, había escuchado tantas historias, de todo tipo algunas absurdas, increíbles, comicas, fantasiosas y de todas recordaba una en especial. Varios años atras, en una noche posterior a navidad, un hombre se acercó a la barra y pidió una soda con hielo, una sonrisa esbozaba en el rostro de aquel hombre y sabía que no era necesario indagar si no esperar,escuchar el motivo de esa sonrisa.
-Otro año que se va ¿No?-
-Si así es- respondió Pablo
-¿Sabe? Si hiciera un resumen de lo que fue este año… diría que soy un perdedor- Inicio la charla aquel hombre extraño.
-Vamos no diga eso- contestó Pablo
-Que si, así es… ¿Pero sabe una cosa? No es tan malo como suena, este año fallecieron dos queridos amigos, pero aprendí el verdadero valor de la amistad y del amor, ví una vida esfumarse muy joven, y valoré más la mía, y la de los demás. Me encontre en medio de una gran pelea, me tocaron golpes, me descalabraron, mas de una vez sangre mil veces por la misma herida, pero aprendí a ser mediador y la recompensa fue ver dos hermanos reconciliarse despues de muchos años.También rogue, suplique, grité a todo pulmon por ayuda para una persona que se negaba a recibirla y este año se aferró a Esa mano que había estado extendida para ayudarlo. En este tiempo al fin descubrí una vieja herida para echar un ojo y enterarme que había debajo de ella, y vi lo que me negaba ver, y escuche lo que no quería escuchar, intuía una verdad que al fin la presenciaba con todos mis sentidos, dolió tan solo tocarla, sentí desfallecer y mi alma se lamentaba enormemente, pero era necesario sanarla, limpiarla y nuevamente vendarla, ahora esta donde debe estar y estoy más al pendiente de ella, sana cada día, poco a poco y dejara sin duda cicatriz. Sufrí y aprendí, llore y encontré consuelo, me caí y aprendí a levantarme, odie …Sí odie pero aprendí a perdonar y a no guardar rencor y por sobre todo aprendí a confiar más en las personas y en Dios-
-No entiendo entonces ¿Por que dice que es un perdedor?-
-Por que perdí algo de mi, para ganar algo nuevo de gran valor. Perdí de mi orgullo, de mi egoísmo, de mis miedos, y aun sigo perdiendo más, del tiempo que pensaba que era solo para mi, de mi vida que no me pertenece solo a mi… cuando pierdo, en realidad gano y ganan los demás-