Al cabo de unos minutos, logré que Cristy se durmiera termine de arroparla, es definitivamente siempre un ángel cuando duerme, pero muchas veces un torbellino cuando no lo esta.
Me dispuse a bajar, la lluvia se calmaba convirtiéndose poco a poco en apenas una brizna, las nubes dejaban relucir una hermosa luna traviesa que se asomaba y se ocultaba tras de alguna nube, abrí brevemente la ventana del balcón para percibir ese aire fresco y limpio que deja detrás de si la lluvia, con gusto me quedaría aquí disfrutando de la noche, pero tengo una charla pendiente.
Al entrar al restaurante, descubrí inmediatamente una mano que me indicaba
desde una mesa que me acercará.
-¿Se ha tardado en quedarse dormida?-
-Bueno ya vez- le conteste al tiempo que tomaba asiento, un mesero se acercó y sirvió el café.
-¿Y este no es el mismo que estaba en la recepción?-pregunte un poco confundido.
-Si el mismo, pues dice que hoy, no hay mucho personal laborando en el hotel, que le vamos a hacer, al menos es amable eso nadie se lo quita-
-¿Y que es eso que tanto te urge hablar?-
-Bueno como ya sabes Pablo e Isabel se están divorciando-
-Si es una pena después de tantos años-
-Tantos años, eso es lo que más rabia me da…-
Noté que aquel tema verdaderamente, la afectaba, conocíamos de muchos años atrás a Pablo e Isabel eramos casi como hermanos, y no podíamos evitar que el proceso por el que ahora pasaban nos doliera en mucho también a nosotros. Las lágrimas empezaban a cubrir su rostro, sentimientos contenidos empezaban a aflorar.
-Debes saber que yo los quiero a los dos, pero estoy mas de el lado de Isabel, y que me disculpe quien me tenga que disculpar, pero a Pablo… es que lo que el hizo no tiene nombre-
-Escucha, no es que yo este a favor de Pablo pero… a veces las cosas pasan así, no conocemos sus circunstancias, ni su diario vivir, que sabemos tu y yo de lo que llevó a Pablo a conocer a otra persona…-
En ese momento Cristina me miró con furia en sus ojos, como si el haber optado por estar de lado de Pablo fuera un grave error, tal vez imaginaba que el tratar de justificarlo era quizá justificarme a mi mismo de algo similar en el futuro.
-No es el hecho de que conociera a otra persona, hay algo más grande que la traición, todo hubiera sido por decirlo de alguna manera «mejor» si Pablo hubiese sido sincero, si no hubiese tenido a Isabel engañada, si ya no lo quería ¿Por que no se lo dijo? ¿Por que permitió que su vida se fuera en el? ¿Por qué se negó y le negó a ella la posibilidad de arreglar las cosas? Isabel estaba enamorada de el-
-En algo tienes razón, fueron muchos años de engaño, toda una vida en realidad-
Cristina trataba de contenerse, levantaba la vista hacia el techo buscando un punto imaginario inútilmente, no eran necesario decir lo que sentía, pues a simple vista se notaba en un choque de sentimientos, de dolor, impotencia, rabia, tristeza.
-El daño esta hecho y no hay vuelta atrás, a nosotros solo nos queda estar a su lado, pues al fin y al cabo el asunto es entre ellos-
-A lo que voy es que todo esto me hace revalorar mis propias relaciones, si las estoy dando por sentado o realmente les doy su justo valor, ó acaso estoy permitiendo que la desidia se instalé entre ellas y yo-
-Cristy, creo que debemos reconocer el valor de cada uno, que es único, especial e irrepetible, es cierto, pero el amor no solo es poético- romantico, va más alla de sentarnos y extender las manos para recibir del otro la felicidad, de la que en primer lugar, somos responsables cada uno… podría decir tantas cosas, pero sería muy tonto y ridículo tratar de enumerar en una lista los motivos que pueden llevar a una ruptura así para terminar diciendo «A mi no me pasará»-
– Tienes razón lo más sabio, es mirar donde esta tu pie, y cuidar que este no resbale-
El mesero, camarero, recepcionista se acercó a nosotros en ese momento
-Disculpe, tiene una llamada-
Mencionó dirigiéndose a Cristy.

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