Después de varias semanas sin verse, Jacky salto a sus brazos, fue entonces que Alejandro se dio cuenta, aunque muchas veces se negó a hacerlo, que sus pies quedaban a pocos centímetros del suelo, ya no colgaban como antes hasta sus rodillas, su niña seguía siendo su niña, y a unas cuantas horas de cumplir doce años, aun conservaba la misma mirada dulce, pura, la misma sonrisa franca, radiante, sus cabellos seguían oliendo a fresas, sin duda era su niña a quien abrazaba, la misma que recibió en sus brazos envuelta en una frazada, con la cara regordeta y roja, entregada por la enfermera a escasos segundos de haber nacido; preguntadose si había sido su imaginación o era real que en esos primeros instantes de conocerse, había clavado sus ojos en el, dibujando en su rostro una mueca parecida a una sonrisa haciéndola lucir más hermosa.
Padre e hija, en un abrazo, dejando el tiempo correr, nadie se atrevía a interrumpir ese momento, las lágrimas corrían, por un momento de reproche y culpa, en otro de nostalgia e inmensa alegría por el reencuentro:
“Hija… como explicarte que desde el momento en que sentí, latiendo tu pequeño corazón junto al mío esa primera noche que llegaste a casa, cuando tu llanto no se calmaba hasta que te acerque a mi pecho y te quedaste dormida, desde ese instante mi vida quedó ligada a la tuya, que no pasa ni un solo día en que no piense en ti, ni un solo día pasa en que no anhele verme reflejado en tus ojos, que traer a mi mente tu preciosa voz diciéndome –¡Papá! ¡Papá! ¡Corre no te detengas!- Como cuando me hacías correr detrás de ti en el parque, me alegra e ilumina hasta el día más oscuro animándome siempre a continuar
Que la decisión más difícil en toda mi vida, no fue separarme de ella, si no la de alejarme de ti, de la que ahora es tu casa,
que verme excluido de tu vida, fue lo más doloroso, fue permitir me arrancaran de ti, a fuerza de lágrimas tuyas y mías. Y al cabo de unos meses aquí estamos mi preciosa niña, en un profundo abrazo que le grita al mundo que nada, ni nadie nos podrá quitar el amor que nos tenemos, ninguno de los dos tiene intención de terminar este abrazo y esa melodía infantil que solías poner al llegar de la escuela se escucha solo para ti y para mi, al instante tus pies descansan sobre los míos, y comenzamos a bailar, una lágrima se escapa, y mi corazón se conmueve al ver en tus ojos lagrimas también.
Mañana es tu cumpleaños y no se si te veré, tomo tu rostro entre mis manos y con ternura contemplo que poco a poco deja de ser infantil, los minutos son breves y me tengo que ir. Como explicarte hermosa de mi corazón, que no fue tu culpa, que son cosas de adultos, que con el tiempo entenderás, y que nada cambiara el cariño que siento por ti, que siempre, siempre seras mi hija y estare aquí para ti…
______________________________________________________________________________________________
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿Cuanto más vuestro Padre que esta en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Mat 7:11

solo texto
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...