Archivo de la categoría: ORACION

El anhelo de un corazón

Estándar

-¿Qué es lo que de verdad anhelo?- repetía Carol, la pregunta recién pronunciada, hecha por su propio corazón, por un momento reflexiono, había tantas cosas que preguntar, cosas quizás que pedir, ninguna imposible sin duda, tantos años de amistad, al menos de los que ella llevaba cuenta.
Tanto amor le había entregado El a ella, un derroche de amor siempre lo dijo, Él le prometió que estaría siempre a su lado, y era fiel a esa promesa.
Algunas veces lo ignoró, y otras tantas lo hirió, delante de todos, en medio de burla a manera de juego y El simplemente esperaba siempre con suma tristeza, a que ella quisiera volver, pero pasaban los días, las semanas, los meses, y el doloroso silencio se hacía eterno.
solitariaEl silencio y la indiferencia siempre era de ella, porque a El le gustaba aprovechar los días de sosiego para susurrarle al oído cuanto la amaba, para recordarle cuan especial era ella para su corazón, de Carol una lágrima escapaba, pero entonces se enjugaba, sacudía su melena, y volvía a su mundo caótico y ajetreado.
Esa tarde lluviosa, en la soledad de su casa quiso acallarlo nuevamente.
“¿Ahora no?” pregunto El
-Exacto ahora no- contesto ella
-Espera…- arrepentida cambio de opinión, sintiendo una gran necesidad de aclarar las cosas.
-La realidad es que… esta situación es penosa para mi- confesó
“¿De verdad eres feliz sin mi?”
-He pensado algunas veces que si… pero lo cierto es que… me siento miserable lejos de ti- Carol se atrevió al fin a sincerarse.
“¿Qué es lo que de verdad tu corazón anhela? Me gustaría escucharlo”
-¿Qué es lo que anhelo?… pues, yo…-
Y antes de soltar la respuesta que colgaba ya de su corazón, indago con necedad, con el resto de altivez que tenía.Mujer triste
-¿Por qué en primer lugar no te has ido? ¿Por qué sigues aquí, pegado a mi dia y noche? ¿Por qué? ¿Acaso no ves quien soy? Si pasan días y no te dirijo la palabra, cualquier otra persona se habría marchado ya ¿Cómo puedes…?-
“Tu sabes bien por que”
Contesto El y el corazón de Carol estallo gritando la respuesta que siempre había conocido y que tanto se esmeraba por ocultar, las lágrimas se cuajaban en sus ojos, resistiéndose aun a desbordarse. Sabía que vendrían de nuevo esas dos palabras juntas, y toda ella comenzó a temblar.
“Te amo” dijo El, derrumbando al fin el muro que Carol había construido entre los dos.
-¿Y a pesar de todo?-
“Siempre te amaré”
-¡Oh! ¡Dios! Te amo, perdóname, perdóname por todo por lo que he dicho, por lo que hecho el anhelo de mi corazón eres Tu…
___________________________________________________________________

A ti extiendo mis manos; mi alma te anhela como la tierra sedienta. Respóndeme pronto, oh SEÑOR, porque mi espíritu desfallece; no escondas de mí tu rostro, para que no llegue yo a ser como los que descienden a la sepultura.…Salmo 143:6

 

solo texto

solo texto

 

 

Anuncio publicitario

Poderosa petición

Estándar

se miro en el espejoCarlos se miró largamente en el espejo del baño, recorrió con la mirada cada surco, cada mancha, cada imperfección en su rostro, de pronto llegó a esa parte de su rostro que muchas veces evitaba mirar, sus propios ojos; un destello provocado por una lágrima logró atraparle y se aventuró a echar un vistazo en ellos.

“Te odio”

Apenas si se logró escuchar; sin más tomó la afeitadora y la pasó por su cabeza.

“¿Cómo puedes vivir así? ¿Cómo puedes? ¿Cómo puedes?  Nadie te quiere, nadie, nadie ¿Qué más da tu aspecto? ¿Qué más da que te señalen? ¿Qué más da que te tengan miedo?”

Retumbaba en su cabeza una y otra vez, ni una sola lágrima descolgaba ya de sus ojos, todas escurrían por dentro como un ácido corrosivo y letal que le provocaba el más fuerte y agonizante dolor…

<Ömeo continuaba susurrando en su oído, deleitándose del efecto que provocaba en Carlos “Nadie, nadie, nadie”>

Tomó una toalla para terminar de secarse la cabeza y el rostro, colocándola con mucho cuidado nuevamente en su lugar. Al salir del baño chocó con Kary su hermana, la cual no pudo evitar sorprenderse y preguntarle que le había pasado a su cabello, Carlos soló sonrió sin decir nada, se dirigió a su cuarto para tomar sus cigarrillos y las llaves de su auto.

Conduciendo por la carretera, Carlos trataba de no pensar, su cabeza no dejaba de golpetearle…

<Làssar agitaba las alas por sobre el auto de Carlos. En el interior Ömeo reventaba de placer al ver como el dolor consumía a Carlos, y como sus lágrimas brotaban sin control empañándole la vista, sus horrendas alas negras cubrían todo el interior del auto.

“Jajajajajaja, eso es acelera más, falta poco, muy poco”angel

Macía, Clip y Xidab se unieron a Lassar revoloteando sobre el coche de Carlos, al mismo tiempo que una insoportable peste comenzaba a llenar el aire que anunciaba la cercanía de los refuerzos de Ömeo.

“¡Ya es nuestro, largo de aquí!”

“¡Si largo de aquí!”

Vociferaban las creaturas de espantoso aspecto, cubriendo con sus alas roídas el coche, entonces Xidab sin dudarlo ni un segundo puso el pie sobre uno de ellos y con su espada lo atravesó, provocando que este se desprendiera, enseguida Macía se ubico sobre el coche, alcanzando a colocar una de sus manos sobre el hombro de Carlos.>

Un extraño e inesperado calorcillo le abrigo por un momento el corazón, el rostro de su hermana apareció fugaz en su mente…

<En una intersección cercana un tráiler con doble carga, se acercaba a cruzar a toda velocidad, Clip se acercó.

“Asegura ahora, que la ruta de tu destino sea la correcta” sugirió al chofer, el cual se orilló antes de cruzar la intersección para llamar a su base y corroborar los datos del destino de la carga que llevaba.

En ese momento cruzó Carlos por la intersección, justo frente a los ojos asombrados del chofer del tráiler.

Macía logró  alcanzar  a Carlos con sus dos manos, al tiempo que unas garras feroces se clavaban en el, intentando apartarlo>

La imagen de Kary su hermana, se hacía mas clara y viva en su mente, sus ojos dulces, su sonrisa, que conservaba siempre algo de niña, sus palabras aunque sencillas, parecía a veces dar en el blanco sacándolo del hoyo en distintas ocasiones. Anhelo en ese momento el calor de la pequeña casa que compartían, del café caliente que Kary le preparaba por las noches, con el pan dulce que le guardaba celosamente para él, las pláticas a veces triviales de los acontecimientos en su escuela, los detalles, la humildad en sus palabras que le envolvían el corazón como un ungüento, que le reconfortaba y le daba alivio.

“Mientras exista alguien a quien amar, siempre habrá esperanza… ella te espera en casa”…

<Macía había logrado abrazarse de Carlos, transmitiéndole con fervor una frase, en ese momento una luz intensa invadió por completo el interior del coche ahuyentando a Ömeo.>

Carlos poco a poco bajo de velocidad hasta detenerse, bañado en lágrimas esta vez de arrepentimiento, se sintió abrazado y profundamente amado…

En casa Kary permanecía con sus ojos cerrados, en el silencio de su habitación con sus manos juntas, inmersa en una petición, insistente, suplicante.

Orar mujer-… por favor, por favor, te lo ruego, protege a mi hermano, hazle sentirse amado, y que regrese con bien a casa. Amen-